gpalladas

martes, abril 11, 2006

Quedan prohibidas las palabras...

Por favor nunca digas "Te acompaño en el sentimiento" en un velorio...
Nunca vayas a un velorio por cumplido. Por respeto al muerto, y a la familia..., no vayas si no sos capaz de no recurrir a una frase hecha, no sentida y apenas comprendida...
Creeme que es preferible un silencio oportuno.
No digas "gracias" por algo realmente importante, si no podés respaldarlo sin palabras. Pero tampoco lo digas si sobra por insuficiente - y no es un contrasentido -, o si está más que sobreentendido...

¿ No todos hemos escuchado un compromiso que sabemos de antemano no se cumplirá por ser nada más que un intento de diplomático cumplido...?; y valga el juego de palabras... O excusas que sabemos de antemano que no son ciertas...
Sin entrar en las frases hechas y lugares comunes para situaciones que están tan alejadas de los sentimientos reales como cercanas al ridículo...
A veces doblemente ridículas por inoportunas...

Hace tiempo tengo la certeza que los mejores sentimientos, los más profundos y los más sinceros se trasmiten sin palabras...

Una sonrisa espontánea, una mirada profunda con los ojos llorosos, o simplemente una mirada frontal, un silencio oportuno, o los ojos brillosos de una mujer (¿enamorada ?), a veces trasmiten mucho más y sin dudas son mucho más difíciles de ser utilizadas por la hipocresía.

A veces, uno no encuentra las palabras adecuadas para expresar lo que siente, y eso es lógico..., el lenguaje – cualquiera sea el idioma – es demasiado pobre o limitado comparado con el mundo interior de las personas y la infinidad de matices que sienten.
Es como pretender establecer una correspondencia entre un conjunto de cardinalidad infinita con otro de cardinalidad finita..., es cómo ponerle una escala o un valor numérico – o alfanumérico - a los sentimientos o las sensaciones..., no es posible hacerlo sin que haya pérdida, pérdida de matices o incluso desviaciones importantes...
Quien sostenga lo contrario..., no será por su riqueza idiomática sino por su pobreza interior o su simplificación en el análisis...

¿ Cómo expresar con palabras todo lo que expresa con sus gestos y sus actos un niño de un año... quien desconoce la hipocresía, la especulación, los cumplidos... ?

Todo intento de nominar, etiquetar o encasillar a la gente, o los sentimientos, son simples mapeos burdos o generalizaciones gruesas, donde se pierden las diferencias, que no hacen a los matices sino que hacen a la cuestión. Fuerzan a encastrar una realidad más rica en un conjunto de casillas limitado y mucho más pobre, a modo de juego de horóscopo... o de etiquetas más sutiles con las que a veces se prejuzga a las personas...
Se me viene la imagen de una ruleta donde no hay lugar para los decimales... y donde un intento de la bola de caer entre medio de dos posiciones vecinas, puede hacerla saltar hacia cualquier otro casillero...

Tal vez sea una cuestión de práctica, tal vez si nos acostumbraramos y desarrollaramos condiciones actorales, como el hipócrita que desarrolla una convincente dialéctica y habilidades de persuasión con la palabra, a modo de máscara, podríamos también ser capaces de llorar, reir, abrazar, dar un beso o mirar a los ojos de manera tan engañosa como profunda, o hasta sonrojarse... pero sólo tal vez, y sin duda sería más difícil... y exige un grado de hipocresía mayor, más hábil y más fino...
Siempre se puede maquillar una verdad..., pero ojo a veces tanto maquillaje se convierte en una auténtica careta... que poco tiene de auténtica... y mucho de careta...

Tal vez así, con un poco más de ensayo, de actuación, de "marketing personal" , de manipulación: de las situaciones, las personas, los intereses propios y ajenos, podemos lograr mejores posiciones personales, obtener mayores beneficios de forma más rápida, ser mejores "vendedores de nosotros mismos", ... y peores personas...
Y aquí es donde los matices hacen a la cuestión, donde se confunde flexibilidad con falta de principios, persuasión con manipulación, negocios con sentimientos, diplomacia con hipocresía o falta de autenticidad...

Dicen que el que calla otorga..., otros sostienen que el que calla no dice nada..., a veces me inclino por compartir esto último, mucho más que lo primero, sin embargo, y sin que sea una contradicción, creo que el que calla, muchas veces dice mucho, pero sólo para quien sabe leerlo o interpretarlo inteligentemente, para un público selecto, sin prejuicios, sin 'demasiada' intuición, pero con mucha percepción...

Por eso..., si me querés decir algo importante, auténtico..., no me lo digas, simplemente hacémelo saber...

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Si bien es verdad que las palabras no lo son todo en la comunicación interpersonal, el buen uso de las mismas puede ayudar a algunas personas a expresar los sentimientos.

Algunas investigaciones neurolingüísticas señalan que el cerebro procesa la información a través de cinco canales sensoriales: visual, auditivo, olfativo, gustativo y cinestésico. Hay personas que utilizan más un canal que otro. Algunos necesitan ver, otros escuchar, los menos oler o saborear y otros sentir. Un ejemplo clásico es el de una pareja él del tipo visual y ella del tipo auditivo que mantienen el siguiente diálogo:

Ella: Ya no me quieres
Él: ¿Pero cómo no te voy a querer si te regalé una cadena de oro que me dejó sin plata?
Ella: Si, pero nunca me decís que me querés!

Ella es auditiva y necesita que él le diga "te quiero" y él es visual y piensa que no necesita decir nada porque le hizo un buen regalo, algo visual pero que no significaba nada para alguien que era del tipo auditivo. De la misma forma alguien del tipo visual que se encuentra con alguien del tipo cinestésico, querrá alejarse para tener una visión global mientras que el otro querrá acercarse para mantener contacto.

Todo esto indica que cuantos más sentidos utilices en la comunicación, mejores van a ser los resultados. Exigir o pretender que alguien se comunique o se exprese utilizando solamente el lenguaje corporal (una mirada, un abrazo, un apretón de manos) deja afuera a un grupo importante de personas que utilizan la palabra como la forma principal de expresar sus sentimientos. Requiere además un interlocutor muy observador y libre de prejuicios. Los gestos así como las palabras pueden ser mal interpretados si las personas tienen creencias o costumbres culturales diferentes. Un abrazo o una caricia pueden significar cosas diferentes en el mismo contexto dependiendo de la percepción que tenga de la situación el emisor y el receptor. Para uno puede ser un gesto de amistad y para el otro puede significar algo más. Después de todo y según la definición de la RAE la percepción es la "Sensación interior que resulta de una impresión material hecha en nuestros sentidos", y la sensación interior es algo muy personal.

Si queremos comunicar algo y asegurarnos de que el otro reciba el mensaje debemos asegurarnos de lograr una buena comunicación. Si no podemos detectar cuál es la mejor forma en la que el receptor recibirá el mensaje, utilicemos todos los sentidos. De la misma forma utilicemos todos los sentidos para poder recibir los mensajes. (Quizás hasta ayude a detectar los falsos positivos)

No limitarse a solo los gestos, sino estar abiertos a los sonidos (las palabras y el tono de voz), el contacto y porque no los sabores y los olores.

sábado, mayo 27, 2006 12:59:00 a. m.  
Blogger GP said...

"Me"... muy científico todo eso... y no era mi intención...
sólo soy un ing. loco... (no psic. :)
Y si de ciencia se trata, la única clasificación que "acepto" de los humanos es la de los horóscopos...

miércoles, mayo 31, 2006 7:29:00 p. m.  

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