gpalladas

jueves, abril 27, 2006

Reencuadre de la vida ( Un popurrí de locuras para "cuerdos" )

Hace unos años, en un encuentro de tecnología, tuve la oportunidad de asistir a una charla que dió el Dr. Julio Decaro al cierre del evento, con un popurrí de cuentos cortos y anécdotas que intentaré relatar...
Las Moralejas, las agrego yo..., porque creo que cada cuento la ilustra a la perfección, o porque estoy loco...
El tema de la charla: "Reencuadre de la vida".

Empezó más o menos así:

"El Médico y el Loco"

Pidió a dos personas entre los asistentes a la conferencia, que no se conocian previamente, la colaboración para interpretar dos papeles:
- uno: de médico siquiatra, y
- el otro: el de un loco, cuya locura era la de creerse un médico siquiatra.
Ambos recibieron un papel, con el personaje a desempeñar, y comenzaron a desarrollar algo así como la consulta...
Luego de un rato (10 min.), la gente debía adivinar el papel que desempeñaba cada uno.
Todo hacía parecer que ambos papeles estaban claros, una mayoría levantó la mano en este sentido, y otros (menos) pensamos que los papeles estaban invertidos (sino todo sería muy claro y la prueba perdia gracia o era trivial).
Fue asi que la gente empezó a argumentar lógicamente su elección, en función de un montón de cosas: las frases que cada uno decía, la postura frente al otro, el intentar hacer hablar al otro etc., etc...
Sin embargo, cuando Decaro les pidió a c/u que dijera el papel que les había tocado, AMBOS papeles decían algo asi:"Su papel es el de MÉDICO. Actúe naturalmente, si algo no funciona como esperaba, puede intentar con otra cosa."
NADIE sugirió la alternativa MÉDICO - MÉDICO (como finalemente resultó ser), ni LOCO -LOCO, pues estaban fuera del planteo del problema.

La Moraleja: El mensaje, que Decaro intentaba trasmitir era algo así como que a veces, más importante que la correctitud de la argumentación lógica en la que basamos ciertas opiniones o llegamos a ciertas conclusiones, es el cuestionamiento de las hipótesis de partida, o la amplitud de nuestro"marco de referencia", constituido muchas veces, por prejuicios, presuposiciones o influenciado, intencionalmente o no, por terceros o el propio contexto.


"El Manicomio":

Contó que un colega suyo, en EEUU, desarrolló una investigación con 20 personas normales, de diferente extracto social, costumbres y empleos, los internó en un manicomio con diagnóstico de esquizofrenia. El objetivo era medir el tiempo que le llevaba a una persona normal salir de un hospital siquiátrico.
En promedio demoraron 19 días, y el que demoró más, demoró 54 días.
Parece ser que las tareas mas normales que una persona sana puede desempeñar en un manicomio (como leer, escribir o estar en el comedor 30' antes de que esté la comida) eran interpretados como síntomas claros de alguna patología siquiátrica, para las cuales encontraban no sólo un nombre científico, sino también una explicación científica que argumentaba tal comportamiento. Agregaba además, que los únicos que sospechaban algo, eran los otros internos, que decían "esta gente deben ser inspectores o médicos disfrazados que nos vienen a investigar, porque ellos... locos... no son".

Moraleja: Algunos dicen que a veces más importante que "ser" es "parecer"... , a veces "la intuición" vale más que la percepción, y un título o un prejuicio... que la propia realidad, la razón no es de quien la tiene... sino de quien tiene la autoridad o la credibilidad para tenerla...
Siempre habrá ojos dispuestos más a proyectar que a recibir... y lo peor... en nombre de la intuición, la experiencia, el mostrador, la calle, la ciencia o hasta la astrología... !!
Por eso... si tenés la razón y el tema es importante... asegurate de tener los créditos para defenderla... Ninguna razón ni evidencia será suficiente para quien no quiere ver.
Si el tema no es importante, alimentá las fieras y disfrutá del espectáculo que es divertido...
No intentes hacer entrar en razón a quien inconcientemente cerró el tema con su prejuicio, o terminarás 'internado'..., salvo..., que valga la pena...


"Apendicitis, el médico la tenia clara":

Hora: 03:15 AM, una llamada despierta a un médico en su domicilio y se desprende el siguiente diálogo telefónico:

PACIENTE: Hola Dr., le habla Umpiérrez, disculpe que lo despierte a esta hora, lo que pasa es que mi señora está con apendicitis.

DR.: Escúcheme Umpiérrez, cálmese y dígame cuales son los síntomas, y déjeme a mí hacer el diagnóstico.

PACIENTE: Tiene fuertes puntadas en el bajo vientre, del lado derecho, para mí... es un apendicitis.

DR.: Escúcheme, tranquilicese, póngale una bolsa de hielo en el abdomen y unas gotitas de antiespasmódico debajo de la lengua, yo mañana a primera hora voy por ahi.

PACIENTE: Pero Dr... discúlpeme no... no me quiero meter... pero yo no me quedo tranquilo... para mí, mi señora está con un apendicitis que vuela, y lo veo a usted tan tranquilo... y me dice que recién mañana viene...

DR.: (con tono de ganador, como quien tiene el as de espada en la manga)
" Escucheme, yo estoy tranquilo, porque a su señora, hace 5 años que yo mismo la operé de apendicitis, y que yo sepa, mujeres con 2 apéndices todavía no se descubrió ninguna"...

PACIENTE: Si... mujeres con 2 apendices puede que no..., pero hombres con 2 mujeres SI !

La Moraleja: "Prejuicio y ego mata profesional"

martes, abril 11, 2006

Quedan prohibidas las palabras...

Por favor nunca digas "Te acompaño en el sentimiento" en un velorio...
Nunca vayas a un velorio por cumplido. Por respeto al muerto, y a la familia..., no vayas si no sos capaz de no recurrir a una frase hecha, no sentida y apenas comprendida...
Creeme que es preferible un silencio oportuno.
No digas "gracias" por algo realmente importante, si no podés respaldarlo sin palabras. Pero tampoco lo digas si sobra por insuficiente - y no es un contrasentido -, o si está más que sobreentendido...

¿ No todos hemos escuchado un compromiso que sabemos de antemano no se cumplirá por ser nada más que un intento de diplomático cumplido...?; y valga el juego de palabras... O excusas que sabemos de antemano que no son ciertas...
Sin entrar en las frases hechas y lugares comunes para situaciones que están tan alejadas de los sentimientos reales como cercanas al ridículo...
A veces doblemente ridículas por inoportunas...

Hace tiempo tengo la certeza que los mejores sentimientos, los más profundos y los más sinceros se trasmiten sin palabras...

Una sonrisa espontánea, una mirada profunda con los ojos llorosos, o simplemente una mirada frontal, un silencio oportuno, o los ojos brillosos de una mujer (¿enamorada ?), a veces trasmiten mucho más y sin dudas son mucho más difíciles de ser utilizadas por la hipocresía.

A veces, uno no encuentra las palabras adecuadas para expresar lo que siente, y eso es lógico..., el lenguaje – cualquiera sea el idioma – es demasiado pobre o limitado comparado con el mundo interior de las personas y la infinidad de matices que sienten.
Es como pretender establecer una correspondencia entre un conjunto de cardinalidad infinita con otro de cardinalidad finita..., es cómo ponerle una escala o un valor numérico – o alfanumérico - a los sentimientos o las sensaciones..., no es posible hacerlo sin que haya pérdida, pérdida de matices o incluso desviaciones importantes...
Quien sostenga lo contrario..., no será por su riqueza idiomática sino por su pobreza interior o su simplificación en el análisis...

¿ Cómo expresar con palabras todo lo que expresa con sus gestos y sus actos un niño de un año... quien desconoce la hipocresía, la especulación, los cumplidos... ?

Todo intento de nominar, etiquetar o encasillar a la gente, o los sentimientos, son simples mapeos burdos o generalizaciones gruesas, donde se pierden las diferencias, que no hacen a los matices sino que hacen a la cuestión. Fuerzan a encastrar una realidad más rica en un conjunto de casillas limitado y mucho más pobre, a modo de juego de horóscopo... o de etiquetas más sutiles con las que a veces se prejuzga a las personas...
Se me viene la imagen de una ruleta donde no hay lugar para los decimales... y donde un intento de la bola de caer entre medio de dos posiciones vecinas, puede hacerla saltar hacia cualquier otro casillero...

Tal vez sea una cuestión de práctica, tal vez si nos acostumbraramos y desarrollaramos condiciones actorales, como el hipócrita que desarrolla una convincente dialéctica y habilidades de persuasión con la palabra, a modo de máscara, podríamos también ser capaces de llorar, reir, abrazar, dar un beso o mirar a los ojos de manera tan engañosa como profunda, o hasta sonrojarse... pero sólo tal vez, y sin duda sería más difícil... y exige un grado de hipocresía mayor, más hábil y más fino...
Siempre se puede maquillar una verdad..., pero ojo a veces tanto maquillaje se convierte en una auténtica careta... que poco tiene de auténtica... y mucho de careta...

Tal vez así, con un poco más de ensayo, de actuación, de "marketing personal" , de manipulación: de las situaciones, las personas, los intereses propios y ajenos, podemos lograr mejores posiciones personales, obtener mayores beneficios de forma más rápida, ser mejores "vendedores de nosotros mismos", ... y peores personas...
Y aquí es donde los matices hacen a la cuestión, donde se confunde flexibilidad con falta de principios, persuasión con manipulación, negocios con sentimientos, diplomacia con hipocresía o falta de autenticidad...

Dicen que el que calla otorga..., otros sostienen que el que calla no dice nada..., a veces me inclino por compartir esto último, mucho más que lo primero, sin embargo, y sin que sea una contradicción, creo que el que calla, muchas veces dice mucho, pero sólo para quien sabe leerlo o interpretarlo inteligentemente, para un público selecto, sin prejuicios, sin 'demasiada' intuición, pero con mucha percepción...

Por eso..., si me querés decir algo importante, auténtico..., no me lo digas, simplemente hacémelo saber...